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El sector cinegético extremeño se une en torno a la creación de esta Mesa para defender la caza, sus intereses y solicitar importantes mejoras y soluciones para la recuperación de las especies de caza menor y la salvaguarda de la caza mayor. Su propósito es aunar criterios y analizar las dificultades del sector, proponiendo soluciones. El pasado martes 14 de julio quedó constituida la Mesa Extremeña en Defensa de la Caza, un organismo que nace con la firme vocación de aunar fuerzas y trabajar de forma coordinada en defensa de la caza y el medio ambiente por parte de todas las entidades que representan al sector cinegético en Extremadura. A la cita, convocada por iniciativa de la Federación Extremeña de Caza y celebrada en la sede de FEDEXCAZA en Badajoz, asistieron José María Gallardo Gil, Miguel Gómez Beloki y Sebastián Redero García por parte de la Federación; Luis Muñoz López, en representación de la Asociación de Profesionales de la Caza de Extremadura -APROCEX-; Rufino Rodríguez Rodríguez, en representación de los empresarios de caza menor; Juan José Viola Cardoso, en representación de la Comisión de Homologación de Trofeos de Caza; José Antonio Rodríguez Amado, en representación de la prensa especializada; Francisco Javier Mejías, en representación de la Federación Extremeña de Rehalas; Antonio Fernández Luna, en representación de Monteros Extremeños; Ignacio Udaondo Pina, en representación del sector armero; Miguel Ángel Sánchez de Castro, en representación del sector de la industria de la carne de caza; Gregorio Ortiz Nogales, en representación de la Federación Extremeña de Galgos; y Alberto Covarsí Guijarro, en representación de JUVENEX. Asimismo, excusaron su asistencia María Teresa González Fernández, en representación de APROCA; Olegario González Prado, en representación de cotos de caza menor; y Nacho Higuero, en representación de cotos de caza mayor. Durante la reunión, que se extendió durante más de dos horas, todas las organizaciones dejaron patente la necesidad de unir fuerzas y trabajar de forma coordinada en defensa de la caza, puesto que existe una serie de puntos básicos comunes que deben conformar la hoja de ruta para la salvaguarda de la caza en la región extremeña. Así, el objetivo primordial es trasladar a la Administración, y a la sociedad en general, un sentimiento de unión entre todos los colectivos y entre todos los cazadores. A lo largo del acto se evidenció la preocupación por la delicada situación que atraviesa la caza menor en Extremadura, las dificultades económicas que afectan al sector y la falta de relevo generacional que se está detectando. Esta problemática se tradujo en diferentes aspectos que se analizaron con detenimiento. Entre los mismos se encontraban la solicitud del sector ecologista acerca de la prohibición del uso del plomo como munición de caza, la eliminación o limitaciones de modalidades tradicionales de caza (perdiz con reclamo, silvestrismo, berrea, etc.), la continua solicitud de moratorias sobre especies cinegéticas como la tórtola común o el conejo, el restrictivo modelo actual de control de predadores, la partidista interpretación y aplicación de las Directivas Aves y Hábitats, la desaparición del conejo y la regresión alarmante de la perdiz roja autóctona, la negativa opinión pública que los medios de comunicación generalistas difunden sobre la caza y los cazadores, los gravísimos problemas agroganaderos, el impacto negativo en la caza mayor por las enfermedades contagiosas y el abandono de las carnes de caza de rececho o aguardos por la imposibilidad real y legal para su venta o consumo, entre otros. Una vez abordados los distintos aspectos que suponen una dificultad para el correcto desarrollo del sector y de la actividad cinegética, los asistentes plantearon las líneas básicas de trabajo. Éstas se concretaron en un decálogo de actuaciones: elaborar un Plan Regional para la recuperación del conejo de monte en Extremadura; incentivar una agricultura, ganadería y aprovechamientos forestales compatibles con los requerimientos ecológicos de las especies cinegéticas; diseñar medidas orientadas a disminuir el impacto de la depredación en las especies cinegéticas; realizar una convocatoria anual de ayudas a titulares de cotos de caza encaminadas a una gestión sostenible de los cotos; desarrollar estudios que aporten una base científica sólida sobre la fenología de las especies cinegéticas; incentivar la incorporación de los jóvenes al mundo de la caza; coordinar con el SES, Sanidad Animal y Medio Ambiente aspectos como la recogida de reses abatidas en acciones tipo rececho y espera, plazo para solicitar designación de veterinario en acciones colectivas, o la homologación del cazador formado; ampliar y depurar zonas de emergencia cinegética, en relación a las zonas tradicionales de cultivos agrícolas o con vocación de caza menor, donde el jabalí ocasiona daños regularmente a la agricultura y a las especies de caza menor; y fomentar la presencia en los medios de comunicación generalistas. Tras establecer las directrices básicas de trabajo, la Mesa quedó constituida en un ambiente de cordialidad e ilusión, bajo un mensaje claro, como es la imagen de unidad y solidaridad ante los problemas. Todos los intervinientes mostraron sus ganas de trabajar de forma conjunta y coordinada en favor del sector cinegético extremeño y poder trasmitir estos problemas a la administración y luchar de forma conjunta por una de nuestras principales fuentes de riqueza económica, cultural y social.